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La inclusión del alquiler imputado en la renta de un hogar tiene un gran impacto en los indicadores de pobreza. El alquiler imputado se aplica a los hogares que no pagan un alquiler completo por ser propietarios o por ocupar una vivienda alquilada a un precio inferior al de mercado o a título gratuito. El valor que se imputa es el equivalente al alquiler que se pagaría en el mercado por una vivienda similar a la ocupada, menos cualquier alquiler realmente abonado. La inclusión del alquiler imputado en el cálculo de la renta total del hogar tiene un especial interés en España, por el alto porcentaje de hogares que tiene la vivienda en propiedad. La tasa de pobreza relativa total cuando se incluye el alquiler imputado se reduce en más de 4 puntos, afectando considerablemente al grupo de personas mayores.